Kamala Harris y Donald Trump intercambiaron el martes ataques políticos y personales mientras presentaban sus contrastantes visiones para el país en cuestiones como el aborto, la inmigración y la democracia de Estados Unidos durante su primer, y quizás único, debate antes de los comicios presidenciales de noviembre.
Harris no sólo trató de presentar argumentos de que Trump no es apto para desempeñar el cargo, sino que trató de usar sus respuestas de tal forma que parecían diseñadas para provocarlo a lanzar ataques personales, de los que sus asesores y simpatizantes han tratado de alejarlo. En cierto punto, Harris se volteó a ver a Trump y dijo que como vicepresidenta, he hablado con dignatarios extranjeros “y dicen que usted es una vergüenza”.
“Donald Trump fue despedido por 81 millones de personas”, dijo Harris. “Así que dejemos eso en claro. Y evidentemente le cuesta mucho trabajo procesar eso”.
Trump, en cambio, trató de relacionar a Harris con Biden, preguntándole por qué no había tomado acciones sobre sus propuestas mientras se desempeñaba como vicepresidenta, y centró sus ataques contra Harris en la asignación que le encargó Biden de lidiar con las causas de raíz de la migración ilegal.




