El director del Banco Central de Honduras (BCH) varió su estrategia de tasa de interés fija que había mantenido durante los últimos 45 meses, esto para motorizar la demanda interna y así impulsar la economía. Luego de fijar la tasa de política monetaria (TPM) en 3.0% anual en noviembre de 2020, pasando por alto las presiones inflacionarias de 2021 y 2022, no fue hasta la reunión del 16 julio de este año cuando decidieron subirla a 4.0%.
Honduras es el único país entre los miembros del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), que incluye a República Dominicana, que se había resistido a variar su tasa de referencia. De hecho, Costa Rica, una economía que mantuvo su TPM 1.0% anual entre mayo de 2020 y noviembre de 2021, cambió radicalmente su estrategia hasta elevarla 9.0%, la más alta de la región, aunque luego la volvió a ubicar en torno al 4.75%.
Las autoridades monetarias de Honduras explican, en un comunicado oficial, que su economía ha enfrentado un contexto internacional y nacional con múltiples desafíos desde 2022, incluyendo los efectos prolongados de la pandemia del covid-19, disrupciones en las cadenas de suministros y conflictos geopolíticos.
Destacan, además, el endurecimiento de la política monetaria a nivel mundial en respuesta a las presiones inflacionarias generadas por el incremento histórico en los precios de las materias primas, combustibles y costo de fletes. Indica que, a la profundización de las crisis en cascadas, se suman los efectos del cambio climático, la inseguridad alimentaria y el fenómeno de la migración, que han afectado la dinámica de la actividad económica y la evolución de la inflación interna.
Una actitud conservadora también había mantenido Guatemala hasta mediados de 2022 con una tasa en alrededor de 2.5%, pero luego cambió su postura hasta hacer ocho ajustes para ubicarse en 5.0% anual.
Nicaragua, según los datos que reporta Consejo Monetario, es, junto a República Dominicana, las dos economías son las tasas de referencias más altas en la región, ambas en 7.0% anual.