La tecnológica Huawei prepara la apertura de un centro de desarrollo y producción de semiconductores en Shanghai (China) tras una inversión de casi €1,300 millones en un movimiento con el que pretende acelerar la independencia tecnológica del país en plena pugna por el control del mercado de los chips con Estados Unidos.
El parque, que será el mayor centro de investigación de Huawei a escala mundial, albergará a unos 30,000 empleados, según ha dado a conocer el gobierno local de la ciudad, que ha cedido una parcela de 1.6 millones de metros cuadrados para la construcción del nuevo parque que, entre otros aspectos, contará con una red propia de carreteras.
La nueva instalación se centrará en el desarrollo de semiconductores para dispositivos eléctricos, vehículos de nueva generación y conectividad. El costo total de la inversión es de €1,284 millones.
Huawei lleva años siendo objeto de sanciones y controles a la exportación por parte de Estados Unidos, en plena guerra entre Washington y Pekín por la supremacía en el sector de los semiconductores.
El año pasado, la empresa sorteó las restricciones estadounidenses al lanzar un nuevo teléfono con tecnología 5G que funcionaba con un chip de siete nanómetros fabricado en China.
Desde entonces, el Gobierno de Biden ha puesto en marcha nuevas medidas para frenar el avance de Huawei en el sector como pedir a los países aliados que impongan nuevas restricciones a los semiconductores chinos.
También ha revocado las licencias que permitían a Huawei comprar algunos chips de Qualcomm e Intel y cualquier transacción entre ambas compañías.
Estrategia de automoción
Huawei se encuentra también en estos momentos acelerando sus proyectos de expansión automovilística. El primer vehículo producido por la ‘joint venture’ entre la tecnológica y el fabricante chino JAC saldrá de la línea de montaje a finales de este año y llegará a las carreteras durante la primera mitad de 2025, tal y como ha informado recientemente el presidente de JAC, Xiang Xingchu.
En un discurso durante el Foro Automovilístico de China, Xiang aseguró que el vehículo ya ha entrado en la etapa de verificación y que el nuevo monovolumen, bautizado en código como el proyecto X6, pretende acelerar la integración del software de conducción autónoma en los nuevos vehículos del gigante asiático.