En el contexto actual, donde las empresas enfrentan crecientes desafíos como la escasez de talento y aumento en el costo de los procesos, la innovación se ha convertido en una prioridad estratégica para garantizar el funcionamiento de sus operaciones.
El director mánager y socio de Boston Consulting Group (BCG), Julián Herman, destacó que “priorizar la innovación como una estrategia central es esencial”. Según explicó, las empresas han colocado la innovación entre sus tres principales áreas de enfoque. Sin embargo, no se trata solo de asignar recursos, sino de hacerlo con precisión. “Es crucial concentrarse en dominios específicos de innovación donde la empresa pueda destacarse”, afirmó.
Además, la alineación efectiva de personas y presupuestos con las prioridades estratégicas juega un rol determinante. “La gestión rigurosa del portafolio de innovación, basada en indicadores clave alineados con la estrategia, es fundamental para tomar decisiones informadas”, señaló Herman. Esto permite que las empresas no solo inviertan en innovación, sino que lo hagan de manera coherente con sus objetivos de negocio.
Julián Herman, director mánager y socio de Boston Consulting Group (BCG). – Fuente externa.
Un aspecto que no debe pasarse por alto es la cultura organizacional. “Promover una cultura que fomente la innovación es crucial. Las empresas deben verla como un motor de desarrollo profesional”, subrayó el experto, al agregar que en un entorno cada vez más complejo, es necesario contar con métodos ágiles que permitan explorar y escalar ideas innovadoras de manera eficiente.
Estrategias
Para desarrollar una estrategia sólida de innovación, Herman sugirió que las compañías deben comenzar con una visión clara. “Las empresas más efectivas combinan visión y previsión para identificar los clientes y valores más atractivos tanto en el presente como en el futuro”, indicó. Esto implica comprender las fortalezas de la organización y cómo adaptarlas para mantener una ventaja competitiva.
Con esta base, las organizaciones deben orientar sus inversiones y recursos hacia oportunidades con mayores probabilidades de éxito. Herman destacó que la innovación debe ser un elemento central para alcanzar las metas estratégicas: “La dirección de la innovación debe estar claramente definida y responder a la pregunta fundamental: ‘¿Qué problemas estamos resolviendo para qué clientes?’”.
Este enfoque se vuelve particularmente relevante en períodos de incertidumbre económica, cuando las empresas deben optimizar el uso de sus recursos.
Oportunidades
“La innovación debe ser promovida desde la cima, por el CEO o miembros de la alta dirección”, dijo Herman. Esto implica que sea vista como un pilar estratégico, con una visión que priorice el pensar en grande y una clara orientación antes que velocidad.
Para Herman, “es fundamental establecer una narrativa compartida sobre el propósito de la innovación y cómo apoya la dirección estratégica de la empresa”. Esto ayuda a acelerar el desarrollo y enfocar los esfuerzos en áreas clave.
Las empresas deben concentrarse en oportunidades donde tienen una ventaja clara. “Es esencial identificar aquellos activos estratégicos únicos que permitan a la empresa destacar frente a sus competidores”, afirmó el ejecutivo.
Enfatizó la importancia de centrar el portafolio de innovación en áreas que apoyen la estrategia general del negocio. “La sostenibilidad y la digitalización son temas transversales que no pueden ser ignorados”, comentó.
El director mánager y socio en Boston Consulting Group (BCG) señaló que para cumplir con las ambiciones estratégicas, es necesario tener una visión clara sobre cómo desplegar el talento y los recursos en diferentes plazos y dominios.
Recomendó que las empresas establezcan metas cuantificadas. “Las actividades de innovación deben contribuir a los objetivos financieros con cronogramas claros y un enfoque analítico para cuantificar el riesgo”.




