En la noche de ayer, al borde de finalizar el plazo para su fracaso, el Congreso de los Estados Unidos pudo lograr pasar una legislación bipartidista que no solo evitó el cierre financiero del gobierno sino que incluyó importantes medidas de apoyo para su sector agropecuario.
Veamos: la nueva ley extiende hasta septiembre de 2025 la Ley Agrícola (Farm Bill) del 2018, la cual no pudo ser aprobada en el 2023 por lo que se prolongó por un año más y ahora ha vuelto a ocurrir lo mismo debido a que no se han podido poner de acuerdo legisladores republicanos y demócratas en un texto nuevo que satisfaga a ambas partes.
Por otro lado, la nueva ley aprobada anoche, incluye $30,700 millones de dólares para apoyo directo a los productores: $20,700 millones para resarcir las pérdidas ocasionadas por huracanes, tornados, sequías, fuegos, inundaciones u otros fenómenos naturales durante los años 2023 y 2024. De estos $20,700 millones, $2,000 millones han sido asignados para la ganadería.
Los otros $10,000 millones están destinados a la compensación de la pérdida de ingreso ocasionada cuando los productores venden por debajo del costo de producción.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) establece los costos de producción por cada cultivo a recibir apoyo y se calcula la producción por el área sembrada. Entonces asigna el apoyo que tiene un tope de hasta 125 mil dólares por productor.
En el caso del arroz, el costo de producción es de alrededor de 1,450 dólares por acre mientras que para la leche es de 23 centavos de dólar por litro.
Con relación al arroz, la producción promedio por acre en 2023 fue de 7649 libras equivalentes a 3,476 kilos o 28.9 fanegas de 120 kilos de las nuestras. El costo de una fanega son unos 50 dólares equivalentes a $3,000 pesos
dominicanos.
En nuestro país, por el contrario, el sector agropecuario ha dejado de tener importancia para las autoridades agropecuarias de este gobierno.
Desde los retos de los arroceros (apaciguados con un Decreto de dudosa efectividad), la destruccion de la producción porcina nacional por la ineptitud en el manejo de la PPA, la pérdida de mercado de los bananeros por falta de supervisión de las normas orgánicas, la caída en la producción de cacao por no brindar apoyo después de Fiona, la reducción en las exportaciones de vegetales de invernaderos y de vegetales orientales, la caída en las exportaciones de mango, el abandono de los productores de leche, las atribulaciones de los pequeños y medianos productores de pollos a quienes nadie escucha y la arrabalizacion del Mercado Santo Domingo y otros mercados nos indica que a este gobierno no le importa el sector agropecuario.
Ya lo decía mi abuelo: “ De buenas intenciones está empedrado el camino del infierno”.
Y hacia ahí nos llevan. Es tiempo de despertar de la anestesia.
Ing. Luis R. Rodríguez